miércoles, 14 de mayo de 2008

Los santos patronos del diseño

Cada profesión tiene un santo o divinidad de la cual ayuda a realizar tareas imposibles. En diseño gráfico no es la excepción, y en Lynnster de la mano de W. Lynn Garrett  han creado 6 estampitas para que el diseñador  desesperado por una idea creativa o una hora más que sume al plazo de entrega pueda resultar del todo esperanzador.




Santa Ansiedad 

Mártir, matrona de las horas de entrega y el café espumoso. Esta sierva doméstica del siglo trece trabajó para dos generaciones de la familia Asap, quienes con frecuencia la fastidiaron. De niña y adolescente fue muy irritable y en sus primeros años de vida un enjambre de abejas se le posó en la boca, presagiando su afición por el oficio del canto. Profundamente enamorada del Duque de Starbucks, fue martirizada a los 45 años al ser atropellada por un rebaño cuando perseguía al Rey Fedex para que le llevara un paquete a su amado. Descorazonado por su muerte, el duque colocó sus reliquias en exhibición en un pequeño café de su propiedad, donde dicen provocaron estrés a los clientes, por lo que tuvieron que ser guardadas. Su nombre latino significa “Ella, quien optó por dejar el yoga”. 

Santa Concepta 


Matrona de la lluvia de ideas y de dejar las cosas para más tarde. Experimentó su primer éxtasis creativo (una visión de Juan Bautista vendiendo sombreros) en 1454, a la edad de cinco años. Constantemente estaba dibujando en servilletas y entendió que sabía bastante de diseño por lo que pidió a su padre que la inscribiera en la escuela de artes, quien, indignado, le recomendó que se dedicara a bienes raíces. Ella se rebeló e hizo lo que quería, pasando por una etapa en la que se vistió de negro completamente. Pasó la mayor parte de su tiempo creativo soñando con windows. Concepta murió en 1505 y una primavera inspiradora floreció de su tumba. 




San Exacto 



Mártir, patrono de los bocetos rápidos y los dedos perdidos. Este devoto trabajador, amado en toda la tierra, contaba con 29 años (en el año 415) cuando comenzó a denunciar públicamente a la autoridad. Después de muchos años de incansable servicio a la Reina de la Producción, sufrió una crisis nerviosa y fue encontrado bajo una neblina reuniendo animales. Fue institucionalizado y en los siguientes años se convirtió en el primer pianista al que le faltaban seis dedos. Fue martirizado a los ochenta años y sus dígitos se exhiben en una urna de vidrio en la iglesia de Rubylith, cerca del brazo derecho de Santa Curita, donde dicen transmiten poderes sanativos. 



Santa Pantone 


Matrona de los colores bonitos y las mascotas de oficina. Esta flemática doncella, quien también es la matrona de la ciudad de Cmyk, era sobrina de Santa Gertudis de Trumatch. Famosa por su compasión y su facilidad dramática, Pantone provocó que saliera una milagrosa fuente de colores de la tierra, cuyas aguas actúan milagrosamente sobre la depresión y el aburrimiento. En el arte, nuestra santa es representada sosteniendo a una oveja, en honor a la ocasión en la que, por razones desconocidas, no sólo le restauró la vida a un cordero asado sino que le dio el más bello tono de lana que haya sido visto por el ser humano. 



Santa Pixela 



Matrona del retoque y las sillas confortables. Isabel de Santa María y de la Madonna de Guadalupe, quien prefería ser llamada como Pixela, fue una princesa Moorisiana. Su padre, el Rey Wacom, perseguía artistas y los mantenía prisioneros en su castillo, donde trabajaban sin cesar día y noche, en una fría habitación sin luz ni ventanas. Pixela visitaba a los prisioneros en secreto, llevándoles comida y capuchinos. A raíz de su amistad con uno de los prisioneros, el Obispo de Photoshop, descubrió la manera de recrear sus pinturas en un atamaño mayor después que él las terminaba. Vivió una vida solitaria a orillas del Lago San Vector. Murió a la edad de cien años. Todavía es venerada en todo el mundo. 


San Typo 



Patrono de la ortografía, los correctores y las búsquedas de google. Bautizado con el nombre de Typernius, pero más conocido por sus seguidores como Typo, este hijo de una lavandera se retiró a una cueva cerca de Belgrado para seguir la vida de hermitaño. Vivió sin perturbaciones, excepto de cervatillos, lechuzas, y los faxes diarios de clientes hasta que el Duque de Copywrite emprendió una cacería. Tal como relata Typernius en su autobiografía, el mencionado duque (a punto de ser capturado en una reunión eterna) le pidió que corrigiera su memoria anual. La obsesiva atención por los detalles de Typo pronto ganó seguidores. En sus últimos años entró un monasterio para descansar sus ojos. Murió en la Orden de Stunk & White, alrededor del año 303. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te parece?